Arqueología de Cantares
Contenidos
- 1 Cantares 1. “Antigua poesía de amor”
- 2 Cantares 2. “Las flores del antiguo Israel”
- 3 Cantares 3. “Matrimonios en el antiguo Israel”
- 4 Cantares 5. “Cedros del Líbano”
- 5 Cantares 7. “Imágenes metáforas en la antigua poesía de amor”
- 6 Cantares 8. “La arqueología y la fecha de Cantares”
AUTOR, LUGAR Y FECHA DE ESCRITURA
El Cantar de los Cantares 1:1 nos dice que la
canción fue escrita y compilada por Salomón, o que le pertenecía a él. Esto
indica que Salomón lo escribió o que fue compuesto por su corte y que él era el
jefe detrás de su composición. Hoy muchos eruditos rechazan esta premisa, al
considerar que la canción es una obra postexílica del periodo persa. Sin
embargo, en realidad no hay nada en la canción en sí, que sugiera una fecha tan
tardía, excepto por unas pocas palabras de origen debatible. Esta es una
evidencia pobre, en tanto que las indicaciones internas en favor de la
composición durante la era salomónica son fuertes (véase «La autoría de
Eclesiastés y Cantares» en la p. 1051)
Si el Cantares es en realidad de la época de
Salomón, data de aproximadamente 950 a.C.
AUDITORIO
Este libro es un poema de amor o una compilación de
poemas de amor escritos al pueblo de Dios para honrar y celebrar su regalo de
amor romántico y sexual dentro del contexto de una relación matrimonial.
HECHOS CULTURALES Y RELEVANTES
El propósito de Cantares ha sido cuestionado.
Durante la mayor parte de la historia de su interpretación, éste fue tratado
como una alegoría. Críticos judíos, en su mayoría, lo vieron como un relato
simbólico de la historia de Israel, en donde el cantante masculino representa a
Dios y el femenino simboliza a Israel. Algunos intérpretes medievales judíos lo
vieron como una alegoría filosófica, mientras que los cristianos lo han tomado
como una analogía del amor de Cristo por la iglesia o como un símbolo de la
relación de amor entre el alma humana y Dios. Algunos intérpretes
católico-romanos afirmaron que María era la figura central de la alegoría.
Puesto que cada una de estas conjeturas fue guiada solo por presuposiciones
teológicas y la imaginación del intérprete (y no existían dos interpretaciones
alegóricas iguales), y ya que nada en el texto sugiere que esto debía
entenderse como una alegoría, muy pocos sostienen hoy esta explicación.
Más recientemente, algunos han afirmado que
Cantares es un drama acerca del amor mutuo entre Salomón y una joven, una
variante que tiene que ver con el fallido intento de Salomón de cortejar a una
mujer que estaba enamorada de un pastor. Sin embargo, estas interpretaciones
son ahora ampliamente consideradas como una imposición sobre el texto. Para que
dichas explicaciones funcionaran, los lectores tendrían que proporcionar una
cantidad enorme de detalles que no están incluidos en Cantares. Además, tampoco
hay analogía para literatura de este tipo en el antiguo Cercano Oriente. Hoy,
muchos ven al libro de Cantares como simple poesía de amor. Esta obra, de hecho
tiene estrechas analogías con la poesía de amor egipcia escrita durante los
siglos previos a la época de Salomón (véase «Antigua poesía de amor» en la p.
1064). Parece claro que la intención de Cantares fue específicamente celebrar
el amor entre un esposo y una esposa. Es «poesía de amor», pero tiene un
mensaje mucho más sublime que el de Egipto o el de cualquier otro lugar o
época.
AL LEER
Trate de no detenerse en la interpretación del
argumento del libro o en lo posible, en el significado subyacente. Dado por
hecho u Cantares celebra el amor conyugal, retome lo que pueda de sus pasajes,
y evite la tentación de enfatizar mucho en las imágenes incómodas, al menos desde
nuestra perspectiva del siglo XXI. Si usted es casado o está contemplando
contraer matrimonio, ¿cuáles principios de Cantares puede aplicar a su propia
situación?
¿SABÍA USTED QUE?
- La piel oscura no era considerada atractiva por las mujeres privilegiadas de la época (1:5).
- «Hermana» era un término de cariño común en la poesía de amor del antiguo Cercano Oriente (4:9).
- La planta mandrágora estaba asociada con la habilidad de despertar el deseo sexual y aumentar la fertilidad (7:1 3).
TEMAS
Los temas de Cantares incluyen:
1. El amor es un hermoso regalo de Dios. Cantares
es poesía de amor que expresa una maravillosa relación entre un esposo y una
esposa. Sus letras le recuerdan al pueblo de Dios que las íntimas relaciones
sexuales dentro del matrimonio son un regalo divino para ser valorado y
disfrutado. El amor es descrito como precioso (8:7b), espontáneo (2:7) y
poderoso (8:6-7a).
2. Satisfacción conyugal. Cantares demuestra que la
satisfacción y la realización se hallan en la exclusividad (2:16) de la
relación del matrimonio. El amor erótico expresado en Cantares es tierno,
deleitoso y natural, no vergonzoso ni degradante. Los amantes son iguales, se
alaban uno al otro y alternan el papel de iniciador.
3. El amor es placentero y doloroso. El júbilo es
la nota dominante de Cantares, sin embargo, el lector también es advertido de
que el amor es una emoción poderosa que puede traer decepciones (5:2-6:3). La
joven de Cantares reiteradamente advirtió a sus amigas no apurarse en el amor
(2:7; 3:5; 8:4). El amor tiene un lado peligroso (8:6), y merece ser tratado
con precaución.
TEXTOS Y ARTEFACTOS ANTIGUOS
El antiguo Cercano Oriente produjo muchos ejemplos
de lo que en términos generales puede llamarse «poesía de amor». Alguna es
claramente de naturaleza religiosa y describe las aventuras amorosas de los
dioses y las diosas. Otros cantos dan ejemplos de poemas de amor «secular» que
exploran tanto el entusiasmo como el sufrimiento, tan frecuentes entre los
jóvenes enamorados. A continuación algunos ejemplos de la antigua poesía de
amor:
- Mesopotamia ha producido fundamentalmente poesía de amor «religiosa»: Nabu y Tasmetu: un poema acadio acerca del amor entre Nabu, el dios de la escritura, y su consorte (compañera), Tasmetu. Las sábanas nupciales: una canción sumeria que representa un alegre diálogo entre el dios Utu y su hermana Inanna, en el cual gradualmente él hace público que ha dispuesto que ella se case con Ama-ushumgal-anna. Cantos de Ishtar y Tamuz: una compilación de cantos relacionados la aventura amorosa entre la diosa Ishtar y el dios Tamuz.
- Egipto ha producido una cantidad de canciones de amor que son más «seculares» desde la perspectiva de que tienen que ver más con las personas que con los dioses (aprox. 1300-1150 a.C.). Sin embargo, estos algunas veces tienen temas fantásticos o mitológicos. Estos poemas, de manera astuta, pero algunas veces cómica, describen el torbellino emocional del amor juvenil, con sorprendentes similitudes con Cantares.
Papiro Harris 500: Una pareja de jóvenes cantan
acerca de su apasionado amor del uno por el otro. Las porciones en forma de
diálogo para los cantantes masculinos y femeninos se parecen a lo que vemos en
Cantares. En algunos de estos textos, la cantante femenina presenta un
soliloquio acerca de su amor, esto también tiene paralelismos con Cantares.
Cantos de amor del Cairo: Grabados en un jarrón,
incluyen las canciones de una joven, quien describe su devoción a su amado, así
como aquellas de un joven, quien anhela estar con ella, ser el anillo en su
dedo o su encargado de lavar la ropa de forma que él pudiera tocar su ropa.
Canto de amor de Turín: un texto extrava-gante en
el que varios árboles hablan con una pareja de jóvenes enamorados.
Cantos de amor del papiro 1 Chester Beatty: de
nuevo incluye partes para cantantes masculinos y femeninos, en los que ellos
describen la intensidad de sus pasiones y su frustración al estar separados.
Una compilación, los Cantos de Nakhtsobek explora la manera en que un hombre
llega a enamorarse de una prostituta.
La poesía egipcia muestra varios paralelos con
Cantares. Estructuralmente son similares en que ambos tienen partes para
cantantes masculinos y femeninos. También comparten metáforas e imágenes
similares. Algunos pocos ejemplos de elementos en común incluyen:
- El amado es llamado «hermano» o «hermana» como una expresión de cariño (Cnt 4:9).
- En los textos egipcios, la mujer afirma que el amor de su amado es mejor que la cerveza (la bebida favorita egipcia). En Cantares, su amor es preferible al vino (1:2).
- En los poemas egipcios, la mujer clama por el regreso de su amado como un caballo que cantó ella hace un llamado a él para que se apresure en llegar hasta ella como un joven ciervo (p.ej., 8:14).
- En ambos casos, se dice que la mujer es una flor (2:1).
- En cada ejemplo, el hombre o la mujer son comparados a un árbol (2:3).
- La imagen de la puerta es importante en ambos (5:2-7).
A la vez,
la poesía egipcia y Cantares tienen diferencias importantes:
- Los enamorados egipcios por lo general invocan a Hathor, la diosa del amor, en su búsqueda de convencer a sus amados. Los textos bíblicos nunca sugieren que Dios pueda ser persuadido por un joven perdidamente enamorado para manipular a alguien a enamorarse de él o ella.
- Los cantos egipcios, pero no Cantares, con frecuencia se enfocan en el encaprichamiento juvenil y de este modo incluyen algunos elementos frívolos.
- Los poemas egipcios son generalmente alegres, proyectados como entretenimiento humorístico. Cantares toma con mucha mayor seriedad el significado del amor sexual.
Es imposible e innecesario negar que los textos
egipcios influyeron la poesía de Cantares. De hecho, esta poesía nos da una
razón de peso para fechar a Cantares a la época de Salomón, que no solo vivió
alrededor del tiempo en que las canciones egipcias frieron escritas, sino que
también mantuvo buenas relaciones con Egipto. Aun así, el contenido, la
complejidad y el significado teológico de Cantares requiere que lo consideremos
no como una imitación, sino como un texto canónico original.
NOTAS CULTURALES E HISTÓRICAS
Las
imágenes florales era ampliamente utilizadas en el antiguo Israel, en la
decoración del templo y los candelabros (Éx 25; 37; 1R 6; 7) así como en los
escritos proféticos y poéticos. La identificación de varias flores en el
antiguo Israel ha sido complicada por los siguientes factores:
- Muchas nuevas especies de plantas han sido introducidas a la región durante los siglos más recientes.
- Desde la época de los padres de la iglesia, la práctica darle a las plantas nombres bíblicos ha servido como una manera de mantener viva la Escritura en la vida diaria. De esta manera, las flores que no existían en el antiguo Israel pueden aún llevar nombres bíblicos. Por ejemplo, Hibiscus syriacus ha sido llamada «la rosa de Sarón» aunque es originaria del este de Asia y fue introducida recientemente en la región ahora conocida como Palestina.
- La información es insuficiente. Con frecuencia la sola identificación de una planta podría ser su nombre bíblico, sin ninguna descripción adicional. La tradición oral podría dar la única clave en la identificación de una flor en particular.
La rosa de Sarón (Cnt 2:1) ha sido identificada de
numerosas maneras tales como: narciso, anémona o incluso tulipán rojo. La
azucena de los valles (v. 1) ha sido comparada con: manzanilla, ranúnculo,
varias especies de lirios, narcisos, nardo marítimo y nelumbonáceas. Las flores
en el antiguo Israel tenían un propósito principalmente ornamental, y
probablemente su belleza era el enfoque primordial del escritor de Cantares.
Aunque la identificación exacta de varias flores fuera útil, no es
indispensable para la interpretación del texto.
NOTAS CULTURALES E HISTÓRICAS
Las bodas, como una solemnización pública de un
acuerdo hecho al momento de un compromiso, eran una ocasión de mu-cha alegría.'
La ceremonia en sí, muy probablemente consistía en la recitación de una fórmula
simple, semejante a la citada al momento de la primera unión entre un esposo y
una esposa (Gn 2:23). Los contratos matrimoniales de la comunidad judía de
Elefantina del siglo V a.C., registran una promesa común para el mundo antiguo:
el novio declararía que la mujer era su esposa y que él era su esposo para
siempre. la ceremonia nupcial también pudo haber involucrado el acto simbólico
del hombre cubriendo a su novia con la esquina de su manto para indicar que
ahora ella estaba bajo su protección y que era su responsabilidad proveer para
ella (Rt 3:9; Ez 16:8). Bendiciones de fecundidad eran otorgadas sobre la
pareja por la familia y amigos (Gn 24:60; Rt 4:11-12).
Un pasaje del Talmud de Babilonia nos dice que en
una boda judía, en la época temprana del cristianismo, un novio debería usar
una corona ceremonial y recibir a su novia, que haría su entrada a la fiesta
nupcial en un palanquín. Este hecho puede explicar la des-cripción en Cantares
3:6-11; donde aparece que la novia era transportada en tal palanquín
(carruaje), acompañada por una guardia de honor. (En la frase «¿Qué es eso? en
el v. 6 la palabra «eso» es femenina y se refiere a una mujer). El cortejo de la
novia también incluía una procesión musical (Sal 45:14; 1Mc 9:37-39).2 El novio
era ataviado con un tocado festivo (Cnt 3:11; Is 61:10) y la novia era adornada
con mantos bordados y joyería (Sal 45:13-14; Is 49:18; 61:10). El atuendo de la
novia lo completaba un velo, lo cual explica en parte el éxito del ardid de
Labán de sustituir a Lea por Raquel en la noche de bodas de Jacob (Gn 29:23;
Cnt 4:1).
La parábola de Jesús acerca de las jóvenes vírgenes
prudentes e insensatas (Mt 25:1-13), describe la llegada del novio durante la
noche previa a una boda. Él estaba acompañado por otros jóvenes, uno de los
cuales sería su padrino de bodas (Jue 14:20; in 3:29). Con su llegada la
familia del novio organizaría un banquete (Mt 22:2; in 2:9). Colocando toda la
evidencia junta, parece que el novio con sus acompañantes tradicionalmente
llegarían primero a la casa ceremonial, durante la noche, para ser recibidos
por un grupo de muchachas. A la mañana siguiente, los amigos del novio saldrían
a traer a la novia, quien llegaría en un palanquín con los amigos del novio
como su guardia de honor simbólica.
El matrimonio sería consumado la primera noche del
banquete de celebración que generalmente duraba siete días (Gn 29:27; Jue
14:12). La pareja de recién casados sellarían su unión en un aposento nupcial
(Sal 19:5; JI 2:16), y las sábanas manchadas con sangre serían guardadas por
los padres de la novia como prueba de su previa virginidad (Dt 22:17). Una
celebración de boda en cualquier época o cultura, generalmente rebosa de
emoción, incluyendo la culminación de gozo y la realización de una promesa
anticipada, de ese modo acertadamente expresa la unión del creyente con Cristo
al final del tiempo: «¡Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria! Ya ha
llegado el día de las bodas del Cordero. Su novia se ha preparado, y se le ha
concedido vestirse de lino fino, limpio y resplandeciente» (Ap 19:7-8).
NOTAS
CULTURALES E HISTÓRICAS
El cedro del Líbano es un árbol alto (37 m en su
etapa adulta), majestuoso y de hoja perenne, cuya madera tenía un alto valor en
la antigüedad. Su durabilidad y tamaño proveían material de construcción para
palacios, templos, barcos y mobi-baño, y los egipcios valoraban su resina para
utilizarla en el proceso de momificación. Nabucodonosor escribió acerca del
transporte de cedros talados a Babilonia desde el monte Líbano, una fuente
abundante de madera en el antiguo Cercano Oriente (cf. Is 37:24). El complejo
del templo y el palacio en Jerusalén fueron magníficamente adornados con cedro
(I R 7:2; 1Cr 22:4), y la madera de cedro era usada en los rituales de
purificación (Lv 14:4).2 Como prueba del uso del cedro en la arquitectura
monumental, restos de vigas de cedro carbonizadas fueron halladas en un palacio
de la Edad del Bronce Medio' (siglo XVI a.C.), así como en un templo de la Edad
del Bronce Tardío (siglo XIII a.C.) en laquis.
La altura e imponente presencia de las especies
ofrece vívidas imágenes bíblicas. La majestuosidad de Yahveh se levanta sobre
todos los cedros (Sal 148:9,13), y su voz es tan poderosa que los destroza (Sal
29:5). El desarrollo de una persona recta se compara con el proceso inalterable
de crecimiento del cedro (Sal 92:12). En Cantares, el aspecto de los enamorados
evoca el exquisito valor del árbol (Cnt 5:15). Aun la altura de los cedros
puede ser también una imagen visual del orgullo y arrogancia humanas (Is 21
2-13; Ez 31:3,10-12).
NOTAS CULTURALES E HISTÓRICAS
Al lector moderno de Cantares le sorprenden las
impactantes e incluso excéntricas imágenes y metáforas del poema. Por ejemplo,
¿por qué un hombre le diría a la mujer que ama que su nariz es como una torre (7:4)?
A menos que los israelitas creyeran que una nariz enorme era atractiva, ¿no se
sentiría ella ofendida? Algunos han tratado el problema simplemente asumiendo
que los antiguos tenían una manera diferente de expresarse y que las metáforas
que a nosotros nos parecen ridículas, no eran solo aceptables sino agradables
para ellos. Llama la atención, sin embargo, que mientras varias de las
metáforas más comprensibles de Cantares tienen semejanza con otros textos del
antiguo Cercano Oriente, algunos de los símiles más extraños no tienen
correlación conocida con otra antigua poesía de amor.
Por ejemplo, cuando se dice que la mujer es como
una flor (2:1) o se exhorta al hombre a venir de prisa como una gacela (8:14),
el primero obviamente se refiere a la belleza de la juventud de ella y el
último a la fuerza y velocidad de él, imágenes que tienen bastantes y claros
paralelos con la poesía egipcia. Por otra parte, es difícil encontrar un
paralelo en la literatura antigua para un tex-to como 4:1-5, donde los ojos de
la mujer son palomas, su cabello un rebaño de cabras bajando de una montaña, su
cuello una torre cubierta con escudos y sus pechos un par de cervatillos.
Aunque podríamos encontrar alguna analogía visual entre el rasgo que se
re-presenta y la imagen escogida, el lenguaje es desconcertante y a veces
difícil de comprender. Existen varias maneras en que los intérpretes han
tratado de lidiar con este aspecto de Cantares:
- Algunos proponen que las palabras sugieren cómo se sentía el cantante acerca de la mujer, no cómo lucía ella. De este modo, una nariz o cuello como torre podría sugerir que él se sentía intimidado por ella y no implica nada en cuanto a la apariencia de estas características físicas.
- Otra posibilidad es que las metáforas realmente sugieren cómo lucía esta mujer, pero no de una forma crudamente literal. Su cabello podría en algún sentido parecerse a un rebaño de cabras sobre una ladera, con la pendiente de la colina y el pelo de las cabras de alguna manera semejante a la apariencia de sus trenzas cayendo en cascada sobre sus hombros.
- Una tercera posibilidad es que la poesía es intencionalmente cómica o irónica. Esto parece demasiado improbable, ya que Cantares de ninguna manera sugiere un propósito humorístico.
La primera y segunda sugerencia tienen sin duda
alguna validez, sin embargo, es difícil evitar el hecho de que Cantares
consistentemente utiliza lenguaje metafórico extravagante e improbable.
De hecho, algunos de los paralelismos más estrechos
que vemos en Cantares pueden hallarse en textos bíblicos proféticos y
apocalípticos. La visión de la gloria de Dios en Ezequiel 1, con ruedas dentro
de ruedas y ruedas cubiertas con ojos, es también asombroso. El libro de
Apocalipsis está lleno con este tipo de lenguaje, como cuando se describe al
Cristo resucitado con una espada que sale de su boca (véase Ap 1:13-16). De
este modo, el lenguaje de Cantares puede ser intencionalmente extravagante,
sugiriendo que el hombre y la mujer son más que la expresión vital, que
representan no solo a dos individuos sino al profundo misterio y poder del
amor.
LA VERACIDAD DE LA BIBLIA
Hoy muchos eruditos consideran que Cantares fue
escrito durante el período postexílico, a pesar del hecho de que el título
«oficial» del libro «Cantar de los Cantares de Salomón» (1:1), lo asocia con la
época de Salomón. Sin embargo, la arqueología ha provisto numerosas buenas
razones para creer que Cantares fue, en efecto, escrito muy temprano, en o
alrededor del siglo X a.C.
- Información arqueológica de este periodo indica que este fue un tiempo durante el cual Israel estaba bajo una fuerte autoridad do) central, como lo sugiere la Biblia. Muchos eruditos niegan que alguna vez existió un gran reino de David y Salomón; de hecho, algunos van más allá al teorizar que estos hombres fueron legendaríos en lugar de históricos. Obviamente, si no hubiera existido el reino salomónico, no podríamos proponer que Cantares fue escrito durante ese periodo. No obstante, la arqueología apoya la representación bíblica de la época de Salomón. De acuerdo a 1 Reyes 9:15, Salomón de hecho construyó el templo, su propio palacio, los terraplenes y el muro de Jerusalén, así como las ciudades de Jazor, Meguido y Guézer.
El templo y el palacio de Salomón están perdidos, y
la ubicación de sus terraplenes está sujeto a discusión, sin embargo, la
arqueología confirma que cada aspecto del templo de Salomón, según lo describe
la Biblia, se ajusta a lo que nosotros conocemos de otros templos de esta época
y región.
Las ciudades de Jazor, Meguido y Guézer se
excavaron y se descubrió que tienen sistemas de fortificación y entradas
similares que datan de la época de Salomón, lo que sugiere que fueron
construidas por ingenieros de la realeza quienes trabajaron a partir de una
copia del plano común.
- A menudo, la gran literatura florece durante un periodo de poder y prosperidad nacional (p.ej., Virgilio escribió la Eneida en uno de los momentos culminantes de la historia romana, la época de Augusto). De modo que la asociación de Cantares con la era de Salomón tiene sentido.
- Durante la última parte del segundo milenio a.C., un estilo distintivo de poesía de amor floreció en Egipto, en alguna manera notablemente similar a Cantares. Aunque el mensaje de Cantares es diferente a aquel del material egipcio, es claro que la poesía hebrea usa algunos de los mismos convencionalismos literarios de la poesía egipcia. Primera Reyes 9:16 indica que Salomón, al casarse con una princesa egipcia, tuvo buenas relaciones con Egipto. Es lógico asumir que esta fue una época de estrecha comunicación y comercio entre las dos naciones. Por lo tanto, la era salomónica es el periodo en el que podríamos razonablemente sugerir que la poesía de amor egipcia llegó a ser leída y apreciada en las cortes de la realeza de Israel.
- Cantares 6:4 indica que en la época en que este poema fue escrito, Jerusalén y Tirsá eran las dos ciudades más suntuosas en Israel. Tirsá (localizada en Tell el-Farah al norte) fue una gran ciu-dad en la parte norte de Israel en la época de Salomón. Después de que el reino se dividió en dos, esta ciudad se convirtió en la capital del reino del norte bajo Jeroboán I y permaneció así hasta que Omrí (reinó aprox. 885-874 a.C.) edificó a Samaria. Más tarde decayó, y para el período postexílico ya no existía. Es poco razonable discutir que un poeta del mundo postexílico hubiera emparejado a Jerusalén con Tirsá, la que en ese momento era solo un montículo aban-donado. Sin embargo, es completamente razonable que un poeta del siglo X a.C. hubiera tratado a Tirsá como homólogo y en igualdad de condiciones que Jerusalén.
(Biblia de Estudio Arqueológica. Vida)
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