1 La Biblia: Palabra de Dios
Teología Sistemática 1 es el estudio de las doctrinas
acerca de la Biblia: su revelación, inspiración, iluminación e infalibilidad;
las doctrinas de Dios: la Trinidad, los atributos y los nombres de Dios;
las doctrinas de Cristo: Su persona, deidad, humanidad y carácter; las
doctrinas del Espíritu Santo: Su deidad, persona, obra en la elección, la
regeneración y la Santificación, más el fruto, los dones, el bautismo y la plenitud del Espíritu; y las doctrinas acerca del hombre: su
creación original y su caída en pecado.
1. La Biblia: Palabra de Dios por Lewis
Sperry Chafer
Incluso para un
lector ocasional de la Biblia , pronto se pone de manifiesto que está leyendo
un libro fuera de lo usual. Aunque cubre miles de años de la historia humana y
está escrita por más de cuarenta escritores humanos, la Biblia no es una simple
colección de escritos, sino todo un Libro que posee una fascinante continuidad.
Se le llama « La Biblia », de la
palabra griega biblos, que significa «Libro». Su extraordinaria característica es debida al hecho de que
es ciertamente la Palabra de Dios, aunque haya sido escrita por autores
humanos.
Se ofrecen dos
líneas de evidencia que apoyan la conclusión de que la Biblia es la Palabra de
Dios.
1) la evidencia interna; los hechos
hallados en la propia Biblia y la propia afirmación de la Biblia concerniente a
su origen divino;
2) la evidencia externa; la naturaleza de
los hechos dados en la Escritura , que apoyan su carácter sobrenatural.
A. EVIDENCIA
INTERNA.
En cientos de
pasajes, la Biblia declara o afirma por sí misma ser la Palabra de Dios.
Dt. 6:4-9 4 Oye, Israel:
Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. 5 Y amarás a Jehová tú Dios de
todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. 6 Y
estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y
las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por
el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 8 Y las atarás como
una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9 y
las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
Dt. 6:17-18 17 Guardad
cuidadosamente los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y sus testimonios y sus
estatutos que te ha mandado. 18 Y haz lo recto y bueno ante los ojos
de Jehová, para que te vaya bien, y entres y poseas la buena tierra que Jehová
juró a tus padres;
Jos. 1:8 8 Nunca se
apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás
en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito;
porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Jos. 8:32-35 32 También
escribió allí sobre las piedras una copia de la ley de Moisés, la cual escribió
delante de los hijos de Israel. 33 Y todo Israel, con sus ancianos,
oficiales y jueces, estaba de pie a uno y otro lado del arca, en presencia de
los sacerdotes levitas que llevaban el arca del pacto de Jehová, así los
extranjeros como los naturales. La mitad de ellos estaba hacia el monte
Gerizim, y la otra mitad hacia el monte Ebal, de la manera que Moisés, siervo
de Jehová, lo había mandado antes, para que bendijesen primeramente al pueblo
de Israel. 34 Después de esto, leyó todas las palabras de la ley,
las bendiciones y las maldiciones, conforme a todo lo que está escrito en el
libro de la ley. 35 No hubo palabra alguna de todo cuanto mandó
Moisés, que Josué no hiciese leer delante de toda la congregación de Israel, y
de las mujeres, de los niños, y de los extranjeros que moraban entre ellos.
2S. 22:31 31 En cuanto a Dios, perfecto es su camino,
Y acrisolada
la palabra de Jehová.
Escudo es a todos los que en
él esperan.
Sal. 1:2 2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y
de noche.
Sal. 12:6 6 Las palabras de Jehová son palabras limpias,
Como plata
refinada en horno de tierra,
Purificada siete veces.
Sal.
19:7-11 7 La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma;
El
testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.
8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el
corazón;
El precepto
de Jehová es puro, que alumbra los ojos.
9 El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre;
Los juicios
de Jehová son verdad, todos justos.
10 Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado;
Y dulces más
que miel, y que la que destila del panal.
11 Tu siervo es además amonestado con ellos;
En guardarlos hay grande
galardón.
Sal. 93:5 5 Tus testimonios son muy firmes;
La santidad
conviene a tu casa,
Oh Jehová,
por los siglos y para siempre.
Sal.
119:9, 11, 18 9 ¿Con qué limpiará el joven su
camino?
Con guardar tu palabra.
11 En mi corazón he guardado tus dichos,
Para no pecar contra ti.
18 Abre mis ojos, y miraré
Las maravillas de tu ley.
Sal.
119:89-93 89 Para siempre, oh Jehová,
Permanece tu
palabra en los cielos.
90 De generación en generación es tu fidelidad;
Tú afirmaste
la tierra, y subsiste.
91 Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy,
Pues todas
ellas te sirven.
92 Si tu ley no hubiese sido mi delicia,
Ya en mi
aflicción hubiera perecido.
93 Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos,
Porque con ellos me has
vivificado.
Sal.
119:97-100 97 ¡Oh, cuánto amo yo tu ley!
Todo el día
es ella mi meditación.
98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus
mandamientos,
Porque
siempre están conmigo.
99 Más que todos mis enseñadores he entendido,
Porque tus
testimonios son mi meditación.
100 Más que los viejos he entendido,
Porque he guardado tus
mandamientos;
Sal.
119:104-105, 130 104 De tus mandamientos he adquirido inteligencia;
Por tanto,
he aborrecido todo camino de mentira.
105 Lámpara es a mis pies tu
palabra,
Y lumbrera a mi camino.
130 La exposición de tus palabras alumbra;
Hace entender a los simples.
Pr. 30:5-6
5 Toda palabra de Dios es limpia;
El es escudo
a los que en él esperan.
6 No añadas a sus palabras, para que no te reprenda,
Y seas hallado mentiroso.
Is. 55:10-11 10 Porque como
desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega
la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al
que come, 11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a
mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que
la envié.
Jer. 15:16 16 Fueron
halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por
alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de
los ejércitos.
Jer. 23:29 29¿No es mi
palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?
Dn. 10:21 21 Pero yo te
declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda
contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe.
Mt. 5:17-19 17 No penséis
que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar,
sino para cumplir. 18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen
el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo
se haya cumplido. 19 De manera que cualquiera que quebrante uno de
estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será
llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe,
éste será llamado grande en el reino de los cielos.
Mt. 22:29 29 Entonces
respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de
Dios.
Mr. 13:31 31 El cielo y
la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Lc. 16:17 16 La ley y los
profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos
se esfuerzan por entrar en él.
Jn. 2:22 22 Por tanto,
cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había
dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.
Jn. 5:24 24 De cierto,
de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida
eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
Jn. 10:35 35 Si llamó
dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede
ser quebrantada),
Hch. 17:11 11 Y éstos eran
más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con
toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas
eran así.
Ro. 10:17 17 Así que la
fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
1Co. 2:13 13 lo cual
también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las
que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
Col. 3:16 16 La palabra
de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a
otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con
salmos e himnos y cánticos espirituales.
1Ts. 2:13 13 Por lo cual
también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la
palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de
hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros
los creyentes.
2Ti. 2:15 15 Así que,
hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por
palabra, o por carta nuestra.
2Ti. 3:15-17 15 y que desde
la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio
para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la
Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el
hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
1P. 1:23-25 23 siendo renacidos, no de
simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y
permanece para siempre. 24 Porque:
Toda carne
es como hierba,
Y toda la
gloria del hombre como flor de la hierba.
La hierba se
seca, y la flor se cae;
25 Mas la palabra del Señor permanece para siempre.
Y esta es la palabra que por
el evangelio os ha sido anunciada.
2P. 3:15-16 15 Y tened
entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también
nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha
escrito, 16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas
cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los
indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su
propia perdición.
Ap. 1:2 2 que ha dado
testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las
cosas que ha visto.
Ap. 22:18 18 Yo testifico
a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno
añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en
este libro.
Las Escrituras
declaran, de muchas formas diversas, que la Biblia es la Palabra de Dios y que
su afirmación es clara e inteligible para cualquiera. La afirmación constante
de los escritores del Antiguo Testamento, los del Nuevo y del propio
Jesucristo, es que la Biblia es la inspirada Palabra de Dios. Por ejemplo, el
Salmo 19:7-11 declara que la Biblia es ciertamente la Palabra del Señor, y
nombra seis perfecciones, con sus seis correspondientes transformaciones de
carácter humano, que la Palabra cumple.
Sal. 19:7-11 7 La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma;
El
testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.
8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el
corazón;
El precepto
de Jehová es puro, que alumbra los ojos.
9 El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre;
Los juicios
de Jehová son verdad, todos justos.
10 Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado;
Y dulces más
que miel, y que la que destila del panal.
11 Tu siervo es además amonestado con ellos;
En guardarlos hay grande
galardón.
Jesucristo declaró
que la Ley tiene que ser cumplida.
Mt. 5:17-18 17 No penséis
que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar,
sino para cumplir. 18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen
el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo
se haya cumplido.
En Hebreos 1:1-2, no solamente se afirma que
Dios habló en el Antiguo Testamento a los profetas con palabra de Dios, sino
que también lo hizo Su Hijo en el Nuevo. La Biblia sólo puede ser rechazada si
se rechazan sus constantes afirmaciones de ser la Palabra de Dios.
He. 1:1-2 1 Dios,
habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres
por los profetas, 2 en estos postreros días nos ha hablado por el
Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el
universo
B. EVIDENCIA
EXTERNA.
La Biblia no sólo afirma y reclama para sí el ser la Palabra de Dios, sino que
apoya estas afirmaciones por abundantes evidencias que han convencido con
frecuencia incluso a los lectores más escépticos.
1. La continuidad de la Biblia. Uno de los más
sorprendentes y extraordinarios hechos respecto a las Escrituras es que, aunque
fueron escritas por más de cuarenta autores que vivieron a lo largo de un
período de más de 1,600 años, la Biblia es, no obstante, un Libro y no una
simple colección de 66 libros. Sus autores proceden de los más diversos lugares
y situaciones de la vida; hay reyes, campesinos, filósofos, hombres de Estado,
pescadores, médicos, eruditos, poetas y agricultores. Vivieron en diferentes
culturas, en diferentes experiencias existenciales, y con frecuencia fueron
completamente distintos en carácter. La Biblia tiene una continuidad que puede
ser observada desde el Génesis hasta el Apocalipsis.
La continuidad de
la Biblia puede ser constatada en su secuencia histórica que comienza con la
creación del mundo presente hasta la de los nuevos cielos y la nueva tierra. El
Antiguo Testamento revela temas doctrinales tales como la naturaleza del propio
Dios, la doctrina del pecado, la de la salvación y el programa y propósito de
Dios para el mundo como un todo, para Israel y para la Iglesia. La doctrina
está progresivamente presentada desde sus principios en forma de introducción,
hasta su más completo desarrollo. El tipo está seguido por el antitipo, la
profecía por su cumplimiento. Uno de los temas continuados de la Biblia es la
anticipación, presentación, realización y exaltación de la persona más perfecta
de la tierra y los cielos, nuestro Señor Jesucristo. El relato de tan
fascinante Libro, con su continuidad de desarrollo, exige un milagro mucho
mayor que la inspiración en sí misma. De acuerdo con esto, los creyentes de la
Escritura , si bien reconocen la factura humana de varios de sus libros, su
continuidad y su guía se deben a la inspiración del Espíritu Santo.
2. La extensión de la revelación bíblica. En su manifestación de la Verdad , la Biblia es inextinguible. Al igual
que un telescopio, se adentra en el universo desde las infinitas alturas y
profundidades de los cielos, hasta la tremenda hondura del infierno y capta las
obras de Dios desde el principio hasta el fin. Como un microscopio, revela los
más diminutos detalles del plan y el propósito de Dios y la perfectísima obra
de la creación. Al igual que un estereoscopio, sitúa a todos los seres y
objetos, tanto si están en los cielos como en la tierra, en correcta relación,
los unos con los otros. Aunque muchos de los libros de la Biblia fueron
escritos en los comienzos del conocimiento humano, en una época en que sus
autores ignoraban por completo los modernos descubrimientos, lo que ellos
escribieron, sin embargo, no ha sido nunca contradicho por posteriores
descubrimientos, y los antiguos escritos de la Escritura se hallan
sorprendentemente adaptados a modernas situaciones. En el amplísimo contexto de
su revelación, la verdad bíblica alcanza horizontes insospechados que van más
allá del descubrimiento humano, alcanzando, como de hecho lo hace, desde la
eternidad del pasado, a la eternidad del futuro, revelando hechos que sólo Dios
puede conocer. No existe otro libro en todo el mundo que haya intentado siquiera
presentar la Verdad de un modo comprensible como lo hace la Biblia.
3. La influencia y publicación de la Biblia. Ningún otro libro
ha sido jamás publicado en tantas lenguas e idiomas, por y para tan diferentes
pueblos y culturas, como la propia Biblia. Sus páginas están entre las primeras
que fueron impresas cuando se inventaron las prensas de la moderna imprenta.
Millones de copias de la Escritura han sido publicadas en todas las principales
lenguas del mundo, y no hay una sola lengua escrita que no tenga, al menos, una
porción impresa de la Biblia. Aunque los escépticos, como el francés Voltaire,
infiel y herético, han predicho con frecuencia que la Biblia quedaría relegada
al olvido en el paso de una generación, e incluso autores del siglo XX han
pronosticado que la Biblia pronto sería un libro olvidado, lo cierto es que la
Biblia continúa publicándose en número creciente y en mayor número de lenguas
que antes. Otras religiones han sobrepasado a la Cristiandad en número de
seguidores, pero no han sido capaces de ofrecer ninguna revelación escrita
comparable a la Escritura. En nuestra época moderna, la influencia de la Biblia
continúa su ritmo de difusión incesante. Para los no salvos es la «espada del Espíritu»
Ef. 6:17 17 Y tomad el
yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
Y para los salvos es un poder efectivo,
santificante y que limpia de toda mancha.
Jn. 17:17 17 Santifícalos
en tu verdad; tu palabra es verdad.
2Co. 3:17-18 17 Porque el
Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un
espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma
imagen, como por el Espíritu del Señor.
Ef. 5:25-26 25 Maridos,
amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí
mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el
lavamiento del agua por la palabra,
La Biblia continúa siendo la única base divina para la ley y la moralidad.
4. El contenido de la Biblia. El carácter
sobrenatural de la Biblia se aprecia en el hecho de que trata tan libremente
con lo desconocido y, desde luego, incognoscible, como con lo que es conocido.
Describe la eternidad en el pasado, incluyendo la creación antes de que el
hombre existiese. Se revelan la naturaleza y las obras de Dios. En las
profecías bíblicas se manifiesta la totalidad del programa divino para el
mundo, para Israel y para la iglesia, culminando en esta última, que es eterna.
En cada materia presentada y descrita, sus declaraciones son decisivas,
concretas y están al margen del tiempo. Su naturaleza comprensiva ha hecho a
sus lectores sabios en la verdad que se relata tanto en el tiempo como en la
eternidad.
5. La Biblia como literatura. Considerada como obra literaria, la Biblia es también algo supremo. No
solamente contiene la historia gráfica, sino la profecía en detalle, la más
bella poesía y el drama, relatos de amor y de guerra, las especulaciones de la
filosofía y cuanto se relaciona con la verdad bíblica. La variedad de la
producción de sus autores está contrastada por la multiplicidad de sus
materias. Ningún otro libro de literatura tiene tantos lectores apasionados de
todas las edades y de todos los grados de inteligencia y erudición.
6. La autoridad sin prejuicios de la Biblia. El carácter
humano de los autores de la Biblia , carece de prejuicios en favor del hombre.
La Biblia registra y señala, sin vacilar, el pecado y la debilidad de los
mejores hombres, y advierte gráficamente a aquellos que confían en sus propias
virtudes de su condenación final. Aunque escrito por humanos, es un mensaje de
Dios hacia el hombre, más bien que un mensaje del hombre para el hombre. Aunque
algunas veces habla de cosas terrenales y de experiencias humanas, también
describe con claridad y autoridad cosas tanto de los cielos como de la tierra,
visibles o invisibles; revelando hechos acerca de Dios, de los ángeles, los
hombres, del tiempo y de la eternidad; de la vida y la muerte, del pecado y la
salvación, del cielo y del infierno. Semejante libro no podría haber sido
escrito por el hombre -si hubiese tenido que elegir hacerlo, y aun de haber
podido, nunca habría querido hacerlo- al margen de la divina dirección. Por
tanto, la Biblia , aunque escrita por hombres, es un mensaje que procede de
Dios, con la certeza, la seguridad y la paz que sólo Dios puede proporcionar.
7. El carácter supremo de la Biblia. Por encima de
todo lo dicho anteriormente, la Biblia es un libro sobrenatural que revela la
persona y la gloria de Dios manifestada en Su Hijo. Tal persona, Jesucristo,
jamás pudo haber sido la invención de un hombre mortal, ya que Sus perfecciones
nunca podrían haber sido comprendidas ni por los hombres más sabios y santos de
esta tierra. El supremo carácter de la Biblia está apoyado por su revelación
del carácter supremo en la persona de Jesucristo.
Como consecuencia
de la combinación de las cualidades sobrenaturales y procedentes del hombre que
entran en la composición de la Biblia , puede observarse una similitud entre la
Biblia como la Palabra escrita y el Señor Jesucristo como el Verbo viviente.
Ambas son sobrenaturales en origen, presentando una mezcla inescrutable y
perfecta de lo que es divino y de lo que es humano. Ambas también ejercen un
poder de transformación sobre aquellos que creen, e igualmente permitido por
Dios como algo negativo y rechazado por los que no creen. Las perfecciones
divinas, impolutas y en toda su grandeza que no sufre la menor disminución,
están inmersas en ambos aspectos. Las revelaciones que muestra son igualmente
tan simples como la capacidad mental de un niño, y tan complejas como los
infinitos tesoros de la divina sabiduría y el divino conocimiento, sostenidas
por el Dios que las ha revelado.
PREGUNTAS
1. ¿Qué significa la palabra
«Biblia»?
2. ¿En qué consisten las dos
líneas generales de evidencia de que la Biblia es la Palabra de Dios?
3. Mencionar cinco pasajes del
Antiguo Testamento y otros cinco del Nuevo en que la Biblia declare o asuma por
sí misma el ser la Palabra de Dios.
4. Mencionar seis perfecciones,
con sus seis correspondientes transformaciones, del carácter humano que la
Palabra cumpla de acuerdo con el Salmo 19:7-11.
5. ¿Por qué es la continuidad de
la Biblia una evidencia de su inspiración?
ó. ¿Cuáles son algunas de las
evidencias de la continuidad de la Biblia?
7. ¿En qué difiere la Biblia de
otros libros respecto a la expresión de su revelación de la verdad?
8. ¿De qué forma tiene relación
la extensiva publicación de la Biblia con su poder transformador?
9. Describir y relatar el carácter
sobrenatural de la Biblia con relación a su contenido.
10. Evaluar la Biblia en su
carácter literario.
11. ¿Cómo puede ser relacionada
la cualidad humana de su confección con la autoridad exenta de prejuicios de la
Biblia?
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