15 Filipenses
Por Arturo Pérez
Por Arturo Pérez
Tema 15. Epístola del Apóstol Pablo a los Filipenses
Introducción
La carta
de Pablo a los filipenses es una carta personal dirigida a un grupo de
creyentes en condiciones muy particulares. Por lo tanto, es vital que
entendamos el trasfondo histórico socio político de estos hermanos para que comprendamos
su manera de pensar como ciudadanos romanos, y para que entendamos la relación
tan especial que tenía Pablo con esta iglesia. Al ver este contexto histórico
podremos entender mejor el significado de esta carta inspirada por el Espíritu
Santo así como las exhortaciones dirigidas a estos hermanos. A modo de
introducción, veremos entonces el trasfondo histórico de Filipos como ciudad, y
cómo se formó la primera iglesia de Europa en este lugar.
Trasfondo
histórico de la ciudad de Filipos
Felipe
II, padre de Alejandro el Grande, fue un hombre muy talentoso y de gran
determinación. Cuando subió al trono en el año 359 a.C., la “Macedonia” sobre
la que comenzó a reinar era aproximadamente la extensión similar a la mitad del
territorio de la República Dominicana (unos 20,000 km2), más o menos
del tamaño de uno de los países de menos extensión de Centro América, como El
Salvador.
Felipe se
propuso decididamente modernizar su ejército para lo cual les proveyó de lanzas
más largas, caballos para la batalla, más organización, etc., de manera que fue
extendiendo sus dominios. Pero para poder sostener su ejército y mantener las
costosas expediciones militares, Felipe anexó a Macedonia una pequeña región de
copiosos manantiales llamada Crenides que significa en griego “fuentecillas”,
la cual era rica en minas de oro, produciendo Felipe unos mil talentos de oro
al año extendiendo de esa manera sus dominios por medio de sus riquezas, muchas
veces sobornando a sus conquistados.[1]
Felipe engrandeció esta ciudad llamándola “Filipos” en honor de sí mismo.
De esta
manera el oro de Crenides (ahora “Filipos”) se extendió por toda Grecia
conquistando las ciudades alrededor, hasta que Alejandro el Grande, el hijo de
Felipe II de Macedonia, extendió el territorio iniciado por su padre a una
escala exponencialmente mayor. Se ha dicho que si Felipe y Alejandro no
hubieran llegado hasta el Este, Pablo y el evangelio nunca hubieran pasado al Oeste,
pues fueron estos conquistadores los que crearon un mundo de habla helena
haciendo posible con ello la difusión del evangelio a muchas regiones.
Un
segundo engrandecimiento de la ciudad de Crenides (Filipos) ocurrió debido al
importante suceso de la histórica batalla de Filipos en 42 AC, celebrada entre
Bruto y Casio, como defensores de la república romana por un lado, y Antonio y
Octavio, como vengadores de la muerte de Julio César, por otro lado. Después de
dos batallas, Antonio y Octavio vencieron, dando muerte a Bruto y Casio.
Poco
después Filipos fue convertida en colonia romana por Octavio (Augusto)
para conmemorar su victoria frente a Bruto y Casio. En ese momento se le da el
nombre de Colonia Julia Filpense, donde Antonio dejó algunos de sus veteranos
retirados.
Unos diez
años más tarde de la batalla contra Bruto y Casio, para el 31 a.C. Octavio
venció a Antonio, quien se había enamorado locamente de la mujer que fue su
ruina, Cleopatra, la romántica reina egipcia que ya anteriormente había sido
amante de Julio César. Marco Antonio y ella, viendo la dificultad de su causa,
decidieron suicidarse.
Octavio
quedó como única cabeza del imperio Romano. Su nuevo nombre fue César Augusto.
En el año 29 a.C., fue declarado Emperador, y en el 27 a.C. fue llamado
Augusto, primer emperador romano.
Cuando
Augusto despojó de sus bienes a todos los seguidores de Antonio en Italia, les
permitió vivir junto a los de habla latina que ya había en Filipos, la cual era
ya una colonia romana y donde Antonio había dejado establecidos a sus veteranos
retirados.
Filipos
pues, aunque era parte de la provincia romana de Macedonia desde hacía mucho
tiempo (siglo II a.C.), no fue sino en el tiempo de Octavio (Augusto) en el 42
a.C. que se convirtió en una colonia romana lo cual
daba privilegios a sus ciudadanos como si estos estuvieran en Roma
(Hch.16:12).
Entre los
privilegios que tenía una colonia romana estaban:
- Como colonia, Filipos era una porción de Roma misma trasladada a la provincia de Macedonia, como una Roma en miniatura, una reproducción en pequeña escala de la ciudad imperial.
- La colonia era independiente del gobierno de la provincia de Macedonia, y dependía directamente de Roma.
- Sus ciudadanos eran primordialmente romanos, aunque había nativos que fueron mezclándose poco a poco.
Estos
ciudadanos romanos de Filipos sentían el orgullo de ser ciudadanos de Roma
(Hch.16:21) ya que gozaban los mismos derechos y privilegios de los nacidos en
Italia:
- estaban exentos de ciertos impuestos;
- estaban exentos de ser azotados;
- no podían ser arrestados (salvo en casos extremos);
- tenían derecho de apelar al emperador;
- Tenían sus nombres registrados en los archivos de Roma;
- Tenían derecho al voto;
- Eran gobernados por su propio senado y magistrados bajo la ley romana y no por gobernantes de la provincia de Macedonia;
- Vestían al estilo romano, comerciaban con monedas de inscripción romana en latín y hablaban el idioma del imperio.
Este contexto nos da sentido a las exhortaciones de Pablo:
- (Fil.1:27) los exhorta a comportarse como es digno del evangelio (no necesariamente como es digno de Roma).
- (Fil.3:20) cuando les recuerda que su ciudadanía estaba en los cielos (no en esta tierra).
- (Fil. 4:3b) que los nombres de los verdaderos creyentes están inscritos en el libro de la vida (más importante a que estén escritos en Roma).
Fundación
de la Iglesia de Filipos
La
iglesia en Filipos fue la primera iglesia que Pablo fundó en Europa, durante su
Segundo viaje misionero (Hch.16:12-40). Filipos, evidentemente, tenía una
población judía muy minoritaria. Así que como no habían suficientes hombres
judíos como para tener una sinagoga (el requerimiento era por lo menos 10
hombres cabeza de familia), algunas mujeres devotas judías se reunían a la
salida de la ciudad por la parte oeste donde cruzaba el rápido y estrecho río
Gangites en un punto de reunión para la oración (Hch.16:13).
Así que
Pablo predicó el evangelio al grupo que se reunía allí, donde se convirtió la
primera mujer en Europa, Lidia, una vendedora de púrpura (16:14,15). Es
probable que la iglesia de Filipos comenzara en la casa de Lidia.
La
oposición satánica en contra de la nueva iglesia se manifestó de inmediato con
una muchacha poseída de un demonio de adivinación la cual era esclava de cierta
familia de Filipos que comerciaban “diciendo la fortuna” a la gente que les
pagaba para saber su futuro (Hch.16:16,17). Esta muchacha estuvo varios días
diciendo que Pablo y sus compañeros eran siervos del Altísimo, lo cual era
verdad, pero viniendo de un espíritu maligno, Pablo se molestó por este demonio
y lo reprendió sacándolo fuera de la muchacha (Hch.16:18). Así que cuando sus
amos vieron que ya la muchacha no podría darles ganancia (Hch.16:19) acusaron a
Pablo y Silas frente a las autoridades (Hch.16:20) y agitaron el orgullo romano
de las autoridades de Filipos diciendo que estos predicadores eran una amenaza
para las costumbres romanas (Hch.16:20,21). Como resultado, Pablo y Silas
fueron encarcelados en Filipos (Hch.16:22-24).
Esa noche
Dios envió un terremoto que milagrosamente liberó a Pablo y Silas de la
prisión, y trajo temor sobre el corazón del carcelero de Filipos que se
convirtió al evangelio (Hch.16:25-34). Al día siguiente los magistrados se
atemorizaron al enterarse que habían azotado y encarcelado ilegalmente a dos
ciudadanos romanos, así que le suplicaron a Pablo y Silas abandonar Filipos.
Pablo
aparentemente visitó Filipos dos veces durante su tercer viaje misionero, una
vez al principio (ver 2Co.8:1-5) y luego al final de este tercer viaje
(Hch.20:6). Alrededor de 4 o 5 años después de su última visita a Filipos,
mientras Pablo estaba prisionero en Roma, recibió una delegación de la iglesia
de Filipos encabezada por Epafrodito. Los filipenses habían ayudado a Pablo en
el pasado (Fil.4:15,16), y habían contribuido abundantemente para las
necesidades de Jerusalén (2Co.8:1-4). Escuchando ahora que Pablo estaba preso
en Roma, ellos enviaron otra contribución (Fil.4:10) conjuntamente con
Epafrodito para que sirviera a Pablo en cualquier necesidad.
Tristemente
para ellos, Epafrodito sufrió una enfermedad casi de muerte (Fil.2:26, 27) ya
sea en el camino a Roma o después de su llegada. Por esa razón, Pablo decidió
enviar de nuevo a Epafrodito a Filipos (2:25, 26) y escribió esta carta a la
iglesia para enviarla con este hermano.
I. Tema
central de la carta a los Filipenses.
“Agradecimiento
de Pablo a los filipenses por los favores recibidos, expresándoles su amor
especial hacia ellos y testificándoles acerca de su vida cristiana personal,
especialmente su gozo en Cristo en cualquier circunstancia.”
|
La razón
particular que movió a escribir esta epístola fue una ofrenda que los hermanos
de la iglesia de Filipos enviaron a Pablo por lo cual él quería agradecerles y
ponerlos al tanto de su situación, además de que el mensajero que llevó la
ofrenda hasta donde estaba Pablo en Roma, Epafrodito, había enfermado durante
el viaje a Roma y ahora Pablo quería encomendarlo de regreso a los Filipenses
aprovechando el viaje de Epafrodito para enviarles esta carta. Mas detalles de
esto serán vistos en el tercer punto de este tema “Destinatarios y Propósito”.
En ese
sentido, a diferencia de Efesios que es una carta tipo “sermón” o “conferencia
bíblica”, Filipenses es una carta muy personal donde el apóstol Pablo derrama
su corazón hacia la primera Iglesia fundada en Europa. Por tanto la epístola no
tiene un único tema central que une todo el cuerpo de la carta, sino que es
como una carta escrita a un amigo íntimo, donde hablamos de varios asuntos y
saltamos abruptamente de un tópico a otro. Como bien señala Hendriksen[2]
“lo que une estos diversos puntos no es este o aquel tema central, sino el
Espíritu Santo, el cual se refleja en el corazón del apóstol por medio de la
multitud de gracias y virtudes, que proclaman, desde el principio al fin, que
entre Dios, el apóstol, y los creyentes de Filipos existe un bendito lazo de
gloriosa comunión.”
Sin
embargo, como ha sido tradicionalmente señalado por los comentaristas, se
destaca en Filipenses un gran optimismo de Pablo en medio de su
encarcelamiento, donde él se goza en el Señor y exhorta a sus destinatarios a
estar siempre gozosos y regocijarse en el Señor (1:4, 18, 25, 26; 2:2, 16–18,
28; 3:1, 3; 4:1, 4, 10), expresándoles su amor por calurosas expresiones de afecto,
y agradeciéndoles por el interés de los filipenses por su persona y ministerio,
quienes habían colaborado con ciertas ofrendas cuando tenían la oportunidad.
II.
Autor, Lugar y Fecha en que fue escrita.
El autor:
el Apóstol Pablo
Lugar y
Fecha
Pablo
estaba preso en Roma luego de que apeló a Cesar y llegó hasta allí en un
accidentado viaje. Este es conocido como su primer encarcelamiento, el cual
ocurre entre el año 60 al 63 DC.
En ese
momento, mientras estaba preso en Roma, Pablo escribe a Filemón, a los
Colosenses, a los Efesios, y a los Filipenses. De ahí que estas son llamadas
“las epístolas de la cautividad de Pablo”.
A
continuación repetimos el cuadro cronológico de la vida ministerial de Pablo
para recordar la ubicación histórica que nos ocupa en este tema de Filipenses.
Bosquejo de la vida de Pablo. Adaptado desde Peter Jeffery, “De Piedra en
Piedra”; El Estandarte de la verdad; Gran Bretaña; 2000.
Fecha
|
Evento de Pablo
|
Referencia
|
34 DC
|
Conversión
de Pablo
|
Hch.9:1-9
|
37-46
|
Pablo en
Damasco: Arabia, Jerusalén; Tarso; Antioquía; de nuevo en Jerusalén
|
Hch.9:19-30;
Gal.1:15-17; Hch.11:25-26; Gal.2:1
|
47
|
Primer
viaje misionero: Sale de Antioquía (Siria); va a Chipre; Antioquía de
Pisidia; Iconio; Listra; Derbe (ciudades al Sur de Galacia)
|
Hch. 13
& 14
|
48
|
Concilio
en Jerusalén
|
Hch. 15
|
48-51
|
Segundo
viaje misionero: Sale de Antioquía; Cilicia; Derbe; Listra; Macedonia;
Filipos; Tesalónica; Berea; Atenas; Corinto (donde escribe Gálatas y 1&2
Tesalonisenses); sigue a Efeso; Antioquía
|
Hch.15:36
– 18:22
|
53
|
Tercer
viaje misionero: Sale de Antioquía; Galacia; Frigia; Efeso (permaneció allí 3
años, 54-57DC) y escribe 1Corintios)
|
Hch.
18:23-19:41
|
57-58
|
Tercer
viaje misionero continúa. Escribe 2Corintios, probablemente en Filipos.
Macedonia; Troas, Mileto; Rodas; Tiro; Cesarea; Jerusalén. Escribe Romanos
probablemente desde Corinto.
|
Hch.20:1
– 21:17
|
58-60
|
Dos
años de encarcelamiento en Jerusalén y Cesarea
|
Hch.21:27
– 26:32
|
60-61
|
Viaje a
Roma
|
Hch. 27
|
61-63
|
Prisión
en Roma.
Escribió Colosenses, Filemón, Efesios y Filipenses.
|
Hch. 28
|
63-65
|
Hechos
se termina en el 61-63 con Pablo en Roma bajo arresto domiciliario. Algunos
piensan probable que fuera libertado y tuviera actividad misionera. Durante
estos años escribe 1Timoteo y Tito
|
---
|
66-67
|
El segundo
encarcelamiento en Roma. Escribe 2Timoteo poco antes de su muerte.
|
---
|
III.
Destinatarios y propósito
Destinatarios
La
Iglesia de los filipenses, esto es, los creyentes que se reunían en Filipos,
con sus obispos y diáconos (Fil.1:1). No vamos a abundar sobre los
destinatarios debido a la extensa introducción donde hablamos del contexto
socio político de estos hermanos.
Propósito
Pablo
tenía varios propósitos en componer esta epístola.
1- Quería expresar por escrito su
gratitud por la ofrenda de los filipenses (4:10-18)
2- Quería que los filipenses
supieran por qué él había decidido devolverles a Epafrodito, no sea que ellos
tan siquiera pensaran que había alguna deficiencia en su servicio o que Pablo
estuviera insatisfecho con su ayuda (2:25,26).
3- Pablo quería ponerlos al tanto de
sus actuales circunstancias en Roma (1:12-26).
4- Escribió para exhortarles a la
unidad en humildad (2:1-8; 4:2)
5- Les escribió para advertirles
contra los falsos maestros (3:1 – 4:1)
IV.
Contenido de Filipenses[3].
1:1-11
|
Salutación y acción de gracias
|
1:12-26
|
La
reacción de Pablo a su situación presente
|
1:27 – 2:18
|
Cristo presentado
como un ejemplo de humildad, con el fin de encomendar la preservación de la
unidad de los creyentes
|
2:19-30
|
Timoteo
y Epafrodito recomendados como compañeros en el evangelio
|
3:1-21
|
Advertencia y exhortación a la firmeza
|
4:1-9
|
Más exhortación
|
4:10-23
|
Gracias por los dones recibidos
|
(Ver
Anexo 1 si desea estudiar un bosquejo detallado de Filipenses).
V.
Resumen de Filipenses
Pablo
escribe esta carta con los propósitos que ya mencionamos anteriormente, entre
los cuales, los principales son, mostrar su agradecimiento, poner al tanto a
los filipenses de sus prisiones, exhortarles manifestándoles su amor, y
explicándoles por qué devolvería en paz a Epafrodito.
Así que
Pablo comienza su carta dirigiéndose a todos los hermanos de la Iglesia en Filipos,
incluyendo sus obispos y diáconos. Es la única carta del Nuevo Testamento que
menciona a los diáconos conjuntamente con sus obispos en su salutación inicial.
Algunos especulan que la razón para mencionar los diáconos es que posiblemente
ellos tuvieron mucho que ver con la ofrenda que se preparó para enviar al
apóstol.
Capítulo
1
Desde el
inicio en el capítulo 1, Pablo comienza manifestando su amor a los filipenses,
diciéndoles que se acuerda siempre de ellos en sus oraciones y que siempre intercede
por ellos en oración con mucho gozo (1:3-4). Hasta pone a Dios de testigo de
cómo los ama en el Señor (1:8). Y les dice algunas de sus peticiones a Dios a
favor de ellos: “que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo
conocimiento para que aprobéis lo mejor…” (1:9-11).
A
seguidas en ese mismo capítulo, Pablo los pone al tanto de su encarcelamiento
diciendo que todo esto ha sido para el progreso del evangelio, porque muchos
han cobrado ánimo por las prisiones de Pablo, y, aunque otros estaban
predicando por envidia, desacreditando a Pablo, de todas maneras Pablo se
alegraba de que el nombre de Jesucristo estaba siendo anunciado.
Y él
tenía la certeza de que por la oración de sus hermanos filipenses Pablo sería
libertado, aunque él estaba convencido de que ya fuera por vida o por muerte
Cristo sería magnificado. Porque para Pablo, decía él, el vivir es Cristo, y el
morir es ganancia. Y por lo tanto él estaba en un dilema de vivir para Cristo o
partir y estar con el Señor. Pero al final sabía que Dios lo dejaría para que
completara lo que faltaba a su misión.
Capítulo
2
En el
capítulo 2, Pablo les suplica que si ellos le tienen a él el mismo amor
entrañable, que completen su gozo sintiendo lo mismo, siendo unánimes entre
ellos, siendo humildes así como el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, quien
siendo igual a Dios se humilló haciéndose hombre y muriendo en una cruz.
Luego les
exhorta a ocuparse en su salvación con temor y temblor ya que es Dios mismo que
pone el querer y el hacer en sus corazones por Su buena voluntad. Y les sigue
exhortando a hacerlo todo sin murmuraciones y contiendas para que sean
irreprensibles y sencillos resplandeciendo como luminares en el mundo estando
asidos de la Escritura.
Después
les dice que les enviará pronto a Timoteo y les da el buen testimonio de lo que
este joven ha significado para Pablo. Igualmente les cuenta de Epafrodito, que
estuvo enfermo al venir de Filipos a servir a Pablo, y ahora Pablo lo enviaba
de vuelta para que los filipenses se gozaran con él. Otro ejemplo intachable de
un cristiano sirviendo fielmente en la obra del Señor.
Capítulo
3
Algunos
piensan que Pablo concluiría aquí su carta por la expresión “Por lo demás,
hermanos…” que en griego se usaba para concluir. Pero Pablo debía advertirles
en contra de los falsos maestros judaizantes a quienes él llama “mutiladores
del cuerpo”. Es un pasaje lleno de información de la vida cristiana personal de
Pablo y dónde el reitera que su confianza no estaba en su currículo religioso
(es decir, el ser descendiente hebreo, fariseo, etc.) sino que su confianza
estaba en el Señor Jesucristo, por el cual había tenido todo por basura. Y que
él no pensaba que ya había alcanzado su meta sino que se extendía a lo que
estaba por delante.
Y también
advierte contra los libertinos, cuyos dios es su vientre que solo piensan en lo
terrenal. Pero, decía Pablo “nuestra ciudadanía está en los cielos”.
Capítulo
4
Nuevamente
esta sección inicia con una expresión de amor inefable (4:1), tanto, que
algunos dicen que el apóstol habla palabras confusas de tanto amor: “Así que,
hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el
Señor, amados”.
Y a
seguidas ruega a dos hermanas de la iglesia que probablemente estaban dentro
del grupo de mujeres reunidas junto al río cuando Pablo visitó por primera vez
a Filipos en (Hch.16:13), Evodia y Síntique, que sean de un mismo sentir en el
Señor, pues aparentemente había problemas entre estas dos hermanas. Tan serio
era el problema entre ellos, que Pablo ruega a un colaborador suyo en Filipos,
para que interceda entre ellas. Hendriksen opina que el nombre de esta persona
era Súdsuge (suzuge) un nombre propio en griego que significa “colaborador”.
Dice Hendrikesen que el original dice literalmente: “Y a ti también, verdadero
Súdsuge ( o Sícigo), te ruego”. Pablo hace honor al nombre, al llamarle
“verdadero”. Un juego de palabras que también Pablo utiliza en el caso de
Filemón 10,11 cuando dice “Te ruego por Onésimo (que significa útil)… el
cual en otro tiempo fue inútil, mas ahora a ti y a mi es útil.
Llámase
como sea, este “colaborador” de Pablo debió ser una persona de gran tacto y
sabiduría para que Pablo públicamente le pidiera en esta carta que lo ayudara a
resolver este problema entre estas dos hermanas.
Pablo
continúa exhortando a echar toda ansiedad sobre el Señor, en oración, y a
pensar en todo lo que es verdadero, honesto, justo, puro, etc.
Finalmente,
Pablo da gracias formalmente por la ofrenda que los filipenses enviaron,
aclarando que el regalo espiritual que la ofrenda significaba para él era más
importante que la necesidad material que pudiera suplir este regalo, ya que
Pablo dependía en todo de Cristo. Pero reiteró que aunque él no busca dádivas,
este gesto era un fruto que abunda a cuenta de los filipenses, y que sube a la
presencia de Dios en olor fragante.
Pablo
termina saludándolos y enviándole saludos de los de la casa de César (los guardias
en Roma) los cuales tendrían muchos vínculos con algunos de Filipos por la
estrecha relación entre la colonia filipense y Roma.
VI.
Peculiaridades
A.
Palabras claves o ideas características
- La carta es calurosamente personal.
- Es notable el énfasis cristocéntrico, donde hasta lo personal de Pablo queda subordinado al tema del Cristo. (“Para mí el vivir es Cristo” – 1:21).
- La enseñanza doctrinal queda reducida al mínimo y las que hay están para dar ejemplos de lo que Pablo expresaba.
- 2:5-11 La humanidad y deidad de Cristo
- 3:9-11 Confiando en la justicia de Cristo, no en la propia.
- (3:20-21) La transformación de nuestros cuerpos humillantes en cuerpos glorificados en la resurrección para habitar en los cielos.
- Las mujeres son especialmente reconocidas por su labor (4:3). Esto concuerda con el testimonio de Lucas en Hch.17:4 donde menciona a las mujeres de Macedonia diciendo “… y mujeres nobles, no pocas”. Lidia que fue la primera convertida mostró preocupación por la comodidad de Pablo desde el principio (Hch.16:15,40) y más tarde las mujeres de Filipos serían las que se preocuparan mayormente por la ayuda a otras iglesias.
- Palabras claves: evangelio (9 veces); el vebo pensar fronein (fronein) se usa unas 10 veces, más que en cualquier otra carta. Salvación, comunión, son términos importantes. Abundar, solo es excedido en Efesios. El verbo regocijarse (9 veces) y el sustantivo gozo (5 veces). Esto es lo que Pablo parece desearle a sus amigos por sobre todas las cosas.
B. Grandes
doctrinas
Como ya
hemos visto, realmente Filepenses es una carta muy personal en la que Pablo no
se propone enseñar una doctrina específica, sino que más bien menciona algunas
doctrinas como un ejemplo al aplicar una verdad práctica. Entre ellas se destacan:
- La humanidad y deidad de Cristo, que siendo Dios se hizo hombre. Esta verdad fue mencionada incidentalmente como ejemplo para ilustrar la naturaleza de la humildad que Pablo estaba recomendando a los filipenses (Fil.2:5-11).
- Confiando en la justicia de Cristo, no en la propia. (3:9-11)
- La transformación de nuestros cuerpos humillantes en cuerpos glorificados en la resurrección para habitar en los cielos. (3:20-21)
C.
Pasajes famosos
- Dios completa la obra que inicia en el creyente (Fil.1:4-6).
- “Para mí el vivir es Cristo” (1:20-24)
- La grandeza de Cristo: su humildad a pesar de ser igual a Dios (2:5-11)
- Ganancia y pérdida (3:4-11)
- La meta y el precio (3:12-14)
- La paz de Dios (4:4-7)
- En qué debemos pensar… en lo honesto, justo, verdadero, puro, etc. (4:8)
- Fortaleza en Cristo (4:11-13)
Anexo 1. Bosquejo de Filipenses. Tomado de John F. MacArthur, Jr., The MacArthur Study Bible, (Dallas: Word Publishing)
1997.
I.
Salutación de Pablo (1:1–11)
II.
Circunstancias de Pablo (1:12–26)
III.
Exhortaciones de Pablo (1:27–2:18)
A.
Permanecer Firmes en Medio de la Persecución (1:27–30)
B. Estar
Unidos en Humildad (2:1–4)
C.
Recordar el Ejemplo de Cristo (2:5–11)
D. Ser
Luz en un Mundo de Tinieblas (2:12–18)
IV. Los
Compañeros de Pablo (2:19–30)
A.
Timoteo (2:19–24)
B.
Epafrodito (2:25–30)
V.
Advertencias de Pablo (3:1–4:1)
A. En
contra del Legalismo (3:1–16)
B. En
contra del libertinaje (3:17–4:1)
VI.
Amonestación de Pablo (4:2–9)
VII. Gratitud
de Pablo (4:10–20)
VIII.
Despedida de Pablo (4:21–23)
[1] Como nota al margen, cuenta la
historia que Felipe lograba con sus riquezas conquistar los pueblos que serían
difíciles de doblegar. A Felipe se le atribuye la siguiente frase: “Ninguna
fortaleza, a cuyos muros pueda acercarse un asno cargado de oro, es inexpugnable.”
[2] Hendriksen, Guillermo.
FILIPENSES. Comentario del Nuevo Testamento. Subcomisión Literatura Cristiana
(SLC) de la Iglesia Cristiana Reformada; Grand Rapids, Michigan, EE.UU. 1981,
pp. 47-48
No hay comentarios:
Publicar un comentario