lunes, 27 de julio de 2015

Carta a los Filipenses



15 Filipenses
Por Arturo Pérez
Tema 15. Epístola del Apóstol Pablo a los Filipenses

Introducción

La carta de Pablo a los filipenses es una carta personal dirigida a un grupo de creyentes en condiciones muy particulares. Por lo tanto, es vital que entendamos el trasfondo histórico socio político de estos hermanos para que comprendamos su manera de pensar como ciudadanos romanos, y para que entendamos la relación tan especial que tenía Pablo con esta iglesia. Al ver este contexto histórico podremos entender mejor el significado de esta carta inspirada por el Espíritu Santo así como las exhortaciones dirigidas a estos hermanos. A modo de introducción, veremos entonces el trasfondo histórico de Filipos como ciudad, y cómo se formó la primera iglesia de Europa en este lugar.

Trasfondo histórico de la ciudad de Filipos
Felipe II, padre de Alejandro el Grande, fue un hombre muy talentoso y de gran determinación. Cuando subió al trono en el año 359 a.C., la “Macedonia” sobre la que comenzó a reinar era aproximadamente la extensión similar a la mitad del territorio de la República Dominicana (unos 20,000 km2), más o menos del tamaño de uno de los países de menos extensión de Centro América, como El Salvador.

Felipe se propuso decididamente modernizar su ejército para lo cual les proveyó de lanzas más largas, caballos para la batalla, más organización, etc., de manera que fue extendiendo sus dominios. Pero para poder sostener su ejército y mantener las costosas expediciones militares, Felipe anexó a Macedonia una pequeña región de copiosos manantiales llamada Crenides que significa en griego “fuentecillas”, la cual era rica en minas de oro, produciendo Felipe unos mil talentos de oro al año extendiendo de esa manera sus dominios por medio de sus riquezas, muchas veces sobornando a sus conquistados.[1] Felipe engrandeció esta ciudad llamándola “Filipos” en honor de sí mismo.

De esta manera el oro de Crenides (ahora “Filipos”) se extendió por toda Grecia conquistando las ciudades alrededor, hasta que Alejandro el Grande, el hijo de Felipe II de Macedonia, extendió el territorio iniciado por su padre a una escala exponencialmente mayor. Se ha dicho que si Felipe y Alejandro no hubieran llegado hasta el Este, Pablo y el evangelio nunca hubieran pasado al Oeste, pues fueron estos conquistadores los que crearon un mundo de habla helena haciendo posible con ello la difusión del evangelio a muchas regiones.

Un segundo engrandecimiento de la ciudad de Crenides (Filipos) ocurrió debido al importante suceso de la histórica batalla de Filipos en 42 AC, celebrada entre Bruto y Casio, como defensores de la república romana por un lado, y Antonio y Octavio, como vengadores de la muerte de Julio César, por otro lado. Después de dos batallas, Antonio y Octavio vencieron, dando muerte a Bruto y Casio.

Poco después Filipos fue convertida en colonia romana por Octavio (Augusto) para conmemorar su victoria frente a Bruto y Casio. En ese momento se le da el nombre de Colonia Julia Filpense, donde Antonio dejó algunos de sus veteranos retirados.

Unos diez años más tarde de la batalla contra Bruto y Casio, para el 31 a.C. Octavio venció a Antonio, quien se había enamorado locamente de la mujer que fue su ruina, Cleopatra, la romántica reina egipcia que ya anteriormente había sido amante de Julio César. Marco Antonio y ella, viendo la dificultad de su causa, decidieron suicidarse.

Octavio quedó como única cabeza del imperio Romano. Su nuevo nombre fue César Augusto. En el año 29 a.C., fue declarado Emperador, y en el 27 a.C. fue llamado Augusto, primer emperador romano.

Cuando Augusto despojó de sus bienes a todos los seguidores de Antonio en Italia, les permitió vivir junto a los de habla latina que ya había en Filipos, la cual era ya una colonia romana y donde Antonio había dejado establecidos a sus veteranos retirados.

Filipos pues, aunque era parte de la provincia romana de Macedonia desde hacía mucho tiempo (siglo II a.C.), no fue sino en el tiempo de Octavio (Augusto) en el 42 a.C. que se convirtió en una colonia romana lo cual daba privilegios a sus ciudadanos como si estos estuvieran en Roma (Hch.16:12).

Entre los privilegios que tenía una colonia romana estaban:
  • Como colonia, Filipos era una porción de Roma misma trasladada a la provincia de Macedonia, como una Roma en miniatura, una reproducción en pequeña escala de la ciudad imperial.
  • La colonia era independiente del gobierno de la provincia de Macedonia, y dependía directamente de Roma.
  • Sus ciudadanos eran primordialmente romanos, aunque había nativos que fueron mezclándose poco a poco.

Estos ciudadanos romanos de Filipos sentían el orgullo de ser ciudadanos de Roma (Hch.16:21) ya que gozaban los mismos derechos y privilegios de los nacidos en Italia:
  • estaban exentos de ciertos impuestos;
  • estaban exentos de ser azotados;
  • no podían ser arrestados (salvo en casos extremos);
  • tenían derecho de apelar al emperador;
  • Tenían sus nombres registrados en los archivos de Roma;
  • Tenían derecho al voto;
  • Eran gobernados por su propio senado y magistrados bajo la ley romana y no por gobernantes de la provincia de Macedonia;
  • Vestían al estilo romano, comerciaban con monedas de inscripción romana en latín y hablaban el idioma del imperio.

Este contexto nos da sentido a las exhortaciones de Pablo:

  • (Fil.1:27) los exhorta a comportarse como es digno del evangelio (no necesariamente como es digno de Roma).
  • (Fil.3:20) cuando les recuerda que su ciudadanía estaba en los cielos (no en esta tierra).
  • (Fil. 4:3b) que los nombres de los verdaderos creyentes están inscritos en el libro de la vida (más importante a que estén escritos en Roma).

Fundación de la Iglesia de Filipos

La iglesia en Filipos fue la primera iglesia que Pablo fundó en Europa, durante su Segundo viaje misionero (Hch.16:12-40). Filipos, evidentemente, tenía una población judía muy minoritaria. Así que como no habían suficientes hombres judíos como para tener una sinagoga (el requerimiento era por lo menos 10 hombres cabeza de familia), algunas mujeres devotas judías se reunían a la salida de la ciudad por la parte oeste donde cruzaba el rápido y estrecho río Gangites en un punto de reunión para la oración (Hch.16:13).

Así que Pablo predicó el evangelio al grupo que se reunía allí, donde se convirtió la primera mujer en Europa, Lidia, una vendedora de púrpura (16:14,15). Es probable que la iglesia de Filipos comenzara en la casa de Lidia.

La oposición satánica en contra de la nueva iglesia se manifestó de inmediato con una muchacha poseída de un demonio de adivinación la cual era esclava de cierta familia de Filipos que comerciaban “diciendo la fortuna” a la gente que les pagaba para saber su futuro (Hch.16:16,17). Esta muchacha estuvo varios días diciendo que Pablo y sus compañeros eran siervos del Altísimo, lo cual era verdad, pero viniendo de un espíritu maligno, Pablo se molestó por este demonio y lo reprendió sacándolo fuera de la muchacha (Hch.16:18). Así que cuando sus amos vieron que ya la muchacha no podría darles ganancia (Hch.16:19) acusaron a Pablo y Silas frente a las autoridades (Hch.16:20) y agitaron el orgullo romano de las autoridades de Filipos diciendo que estos predicadores eran una amenaza para las costumbres romanas (Hch.16:20,21). Como resultado, Pablo y Silas fueron encarcelados en Filipos (Hch.16:22-24).

Esa noche Dios envió un terremoto que milagrosamente liberó a Pablo y Silas de la prisión, y trajo temor sobre el corazón del carcelero de Filipos que se convirtió al evangelio (Hch.16:25-34). Al día siguiente los magistrados se atemorizaron al enterarse que habían azotado y encarcelado ilegalmente a dos ciudadanos romanos, así que le suplicaron a Pablo y Silas abandonar Filipos.

Pablo aparentemente visitó Filipos dos veces durante su tercer viaje misionero, una vez al principio (ver 2Co.8:1-5) y luego al final de este tercer viaje (Hch.20:6). Alrededor de 4 o 5 años después de su última visita a Filipos, mientras Pablo estaba prisionero en Roma, recibió una delegación de la iglesia de Filipos encabezada por Epafrodito. Los filipenses habían ayudado a Pablo en el pasado (Fil.4:15,16), y habían contribuido abundantemente para las necesidades de Jerusalén (2Co.8:1-4). Escuchando ahora que Pablo estaba preso en Roma, ellos enviaron otra contribución (Fil.4:10) conjuntamente con Epafrodito para que sirviera a Pablo en cualquier necesidad.

Tristemente para ellos, Epafrodito sufrió una enfermedad casi de muerte (Fil.2:26, 27) ya sea en el camino a Roma o después de su llegada. Por esa razón, Pablo decidió enviar de nuevo a Epafrodito a Filipos (2:25, 26) y escribió esta carta a la iglesia para enviarla con este hermano.


I. Tema central de la carta a los Filipenses.



“Agradecimiento de Pablo a los filipenses por los favores recibidos, expresándoles su amor especial hacia ellos y testificándoles acerca de su vida cristiana personal, especialmente su gozo en Cristo en cualquier circunstancia.”

La razón particular que movió a escribir esta epístola fue una ofrenda que los hermanos de la iglesia de Filipos enviaron a Pablo por lo cual él quería agradecerles y ponerlos al tanto de su situación, además de que el mensajero que llevó la ofrenda hasta donde estaba Pablo en Roma, Epafrodito, había enfermado durante el viaje a Roma y ahora Pablo quería encomendarlo de regreso a los Filipenses aprovechando el viaje de Epafrodito para enviarles esta carta. Mas detalles de esto serán vistos en el tercer punto de este tema “Destinatarios y Propósito”.

En ese sentido, a diferencia de Efesios que es una carta tipo “sermón” o “conferencia bíblica”, Filipenses es una carta muy personal donde el apóstol Pablo derrama su corazón hacia la primera Iglesia fundada en Europa. Por tanto la epístola no tiene un único tema central que une todo el cuerpo de la carta, sino que es como una carta escrita a un amigo íntimo, donde hablamos de varios asuntos y saltamos abruptamente de un tópico a otro. Como bien señala Hendriksen[2] “lo que une estos diversos puntos no es este o aquel tema central, sino el Espíritu Santo, el cual se refleja en el corazón del apóstol por medio de la multitud de gracias y virtudes, que proclaman, desde el principio al fin, que entre Dios, el apóstol, y los creyentes de Filipos existe un bendito lazo de gloriosa comunión.”

Sin embargo, como ha sido tradicionalmente señalado por los comentaristas, se destaca en Filipenses un gran optimismo de Pablo en medio de su encarcelamiento, donde él se goza en el Señor y exhorta a sus destinatarios a estar siempre gozosos y regocijarse en el Señor (1:4, 18, 25, 26; 2:2, 16–18, 28; 3:1, 3; 4:1, 4, 10), expresándoles su amor por calurosas expresiones de afecto, y agradeciéndoles por el interés de los filipenses por su persona y ministerio, quienes habían colaborado con ciertas ofrendas cuando tenían la oportunidad.

II. Autor, Lugar y Fecha en que fue escrita.

El autor: el Apóstol Pablo

Lugar y Fecha
Pablo estaba preso en Roma luego de que apeló a Cesar y llegó hasta allí en un accidentado viaje. Este es conocido como su primer encarcelamiento, el cual ocurre entre el año 60 al 63 DC.

En ese momento, mientras estaba preso en Roma, Pablo escribe a Filemón, a los Colosenses, a los Efesios, y a los Filipenses. De ahí que estas son llamadas “las epístolas de la cautividad de Pablo”.

A continuación repetimos el cuadro cronológico de la vida ministerial de Pablo para recordar la ubicación histórica que nos ocupa en este tema de Filipenses.

Bosquejo de la vida de Pablo. Adaptado desde Peter Jeffery, “De Piedra en Piedra”; El Estandarte de la verdad; Gran Bretaña; 2000.

Fecha
Evento de Pablo
Referencia
34 DC
Conversión de Pablo
Hch.9:1-9
37-46
Pablo en Damasco: Arabia, Jerusalén; Tarso; Antioquía; de nuevo en Jerusalén
Hch.9:19-30; Gal.1:15-17; Hch.11:25-26; Gal.2:1
47
Primer viaje misionero: Sale de Antioquía (Siria); va a Chipre; Antioquía de Pisidia; Iconio; Listra; Derbe (ciudades al Sur de Galacia)
Hch. 13 & 14
48
Concilio en Jerusalén
Hch. 15
48-51
Segundo viaje misionero: Sale de Antioquía; Cilicia; Derbe; Listra; Macedonia; Filipos; Tesalónica; Berea; Atenas; Corinto (donde escribe Gálatas y 1&2 Tesalonisenses); sigue a Efeso; Antioquía
Hch.15:36 – 18:22
53
Tercer viaje misionero: Sale de Antioquía; Galacia; Frigia; Efeso (permaneció allí 3 años, 54-57DC) y escribe 1Corintios)
Hch. 18:23-19:41
57-58
Tercer viaje misionero continúa. Escribe 2Corintios, probablemente en Filipos. Macedonia; Troas, Mileto; Rodas; Tiro; Cesarea; Jerusalén. Escribe Romanos probablemente desde Corinto.
Hch.20:1 – 21:17
58-60
Dos años de encarcelamiento en Jerusalén y Cesarea
Hch.21:27 – 26:32
60-61
Viaje a Roma
Hch. 27
61-63
Prisión en Roma. Escribió Colosenses, Filemón, Efesios y Filipenses.
Hch. 28
63-65
Hechos se termina en el 61-63 con Pablo en Roma bajo arresto domiciliario. Algunos piensan probable que fuera libertado y tuviera actividad misionera. Durante estos años escribe 1Timoteo y Tito
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66-67
El segundo encarcelamiento en Roma. Escribe 2Timoteo poco antes de su muerte.
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III. Destinatarios y propósito

Destinatarios
La Iglesia de los filipenses, esto es, los creyentes que se reunían en Filipos, con sus obispos y diáconos (Fil.1:1). No vamos a abundar sobre los destinatarios debido a la extensa introducción donde hablamos del contexto socio político de estos hermanos.

Propósito
Pablo tenía varios propósitos en componer esta epístola.

1-     Quería expresar por escrito su gratitud por la ofrenda de los filipenses (4:10-18)
2-     Quería que los filipenses supieran por qué él había decidido devolverles a Epafrodito, no sea que ellos tan siquiera pensaran que había alguna deficiencia en su servicio o que Pablo estuviera insatisfecho con su ayuda (2:25,26).
3-     Pablo quería ponerlos al tanto de sus actuales circunstancias en Roma (1:12-26).
4-     Escribió para exhortarles a la unidad en humildad (2:1-8; 4:2)
5-     Les escribió para advertirles contra los falsos maestros (3:1 – 4:1)

IV. Contenido de Filipenses[3].

1:1-11
Salutación y acción de gracias
1:12-26
La reacción de Pablo a su situación presente
1:27 – 2:18
Cristo presentado como un ejemplo de humildad, con el fin de encomendar la preservación de la unidad de los creyentes
2:19-30
Timoteo y Epafrodito recomendados como compañeros en el evangelio
3:1-21
Advertencia y exhortación a la firmeza
4:1-9
Más exhortación
4:10-23
Gracias por los dones recibidos
(Ver Anexo 1 si desea estudiar un bosquejo detallado de Filipenses).

V. Resumen de Filipenses

Pablo escribe esta carta con los propósitos que ya mencionamos anteriormente, entre los cuales, los principales son, mostrar su agradecimiento, poner al tanto a los filipenses de sus prisiones, exhortarles manifestándoles su amor, y explicándoles por qué devolvería en paz a Epafrodito.

Así que Pablo comienza su carta dirigiéndose a todos los hermanos de la Iglesia en Filipos, incluyendo sus obispos y diáconos. Es la única carta del Nuevo Testamento que menciona a los diáconos conjuntamente con sus obispos en su salutación inicial. Algunos especulan que la razón para mencionar los diáconos es que posiblemente ellos tuvieron mucho que ver con la ofrenda que se preparó para enviar al apóstol.

Capítulo 1
Desde el inicio en el capítulo 1, Pablo comienza manifestando su amor a los filipenses, diciéndoles que se acuerda siempre de ellos en sus oraciones y que siempre intercede por ellos en oración con mucho gozo (1:3-4). Hasta pone a Dios de testigo de cómo los ama en el Señor (1:8). Y les dice algunas de sus peticiones a Dios a favor de ellos: “que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento para que aprobéis lo mejor…” (1:9-11).

A seguidas en ese mismo capítulo, Pablo los pone al tanto de su encarcelamiento diciendo que todo esto ha sido para el progreso del evangelio, porque muchos han cobrado ánimo por las prisiones de Pablo, y, aunque otros estaban predicando por envidia, desacreditando a Pablo, de todas maneras Pablo se alegraba de que el nombre de Jesucristo estaba siendo anunciado.

Y él tenía la certeza de que por la oración de sus hermanos filipenses Pablo sería libertado, aunque él estaba convencido de que ya fuera por vida o por muerte Cristo sería magnificado. Porque para Pablo, decía él, el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Y por lo tanto él estaba en un dilema de vivir para Cristo o partir y estar con el Señor. Pero al final sabía que Dios lo dejaría para que completara lo que faltaba a su misión.

Capítulo 2
En el capítulo 2, Pablo les suplica que si ellos le tienen a él el mismo amor entrañable, que completen su gozo sintiendo lo mismo, siendo unánimes entre ellos, siendo humildes así como el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, quien siendo igual a Dios se humilló haciéndose hombre y muriendo en una cruz.

Luego les exhorta a ocuparse en su salvación con temor y temblor ya que es Dios mismo que pone el querer y el hacer en sus corazones por Su buena voluntad. Y les sigue exhortando a hacerlo todo sin murmuraciones y contiendas para que sean irreprensibles y sencillos resplandeciendo como luminares en el mundo estando asidos de la Escritura.

Después les dice que les enviará pronto a Timoteo y les da el buen testimonio de lo que este joven ha significado para Pablo. Igualmente les cuenta de Epafrodito, que estuvo enfermo al venir de Filipos a servir a Pablo, y ahora Pablo lo enviaba de vuelta para que los filipenses se gozaran con él. Otro ejemplo intachable de un cristiano sirviendo fielmente en la obra del Señor.

Capítulo 3
Algunos piensan que Pablo concluiría aquí su carta por la expresión “Por lo demás, hermanos…” que en griego se usaba para concluir. Pero Pablo debía advertirles en contra de los falsos maestros judaizantes a quienes él llama “mutiladores del cuerpo”. Es un pasaje lleno de información de la vida cristiana personal de Pablo y dónde el reitera que su confianza no estaba en su currículo religioso (es decir, el ser descendiente hebreo, fariseo, etc.) sino que su confianza estaba en el Señor Jesucristo, por el cual había tenido todo por basura. Y que él no pensaba que ya había alcanzado su meta sino que se extendía a lo que estaba por delante.

Y también advierte contra los libertinos, cuyos dios es su vientre que solo piensan en lo terrenal. Pero, decía Pablo “nuestra ciudadanía está en los cielos”.

Capítulo 4
Nuevamente esta sección inicia con una expresión de amor inefable (4:1), tanto, que algunos dicen que el apóstol habla palabras confusas de tanto amor: “Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados”.

Y a seguidas ruega a dos hermanas de la iglesia que probablemente estaban dentro del grupo de mujeres reunidas junto al río cuando Pablo visitó por primera vez a Filipos en (Hch.16:13), Evodia y Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor, pues aparentemente había problemas entre estas dos hermanas. Tan serio era el problema entre ellos, que Pablo ruega a un colaborador suyo en Filipos, para que interceda entre ellas. Hendriksen opina que el nombre de esta persona era Súdsuge (suzuge) un nombre propio en griego que significa “colaborador”. Dice Hendrikesen que el original dice literalmente: “Y a ti también, verdadero Súdsuge ( o Sícigo), te ruego”. Pablo hace honor al nombre, al llamarle “verdadero”. Un juego de palabras que también Pablo utiliza en el caso de Filemón 10,11 cuando dice “Te ruego por Onésimo (que significa útil)… el cual en otro tiempo fue inútil, mas ahora a ti y a mi es útil.

Llámase como sea, este “colaborador” de Pablo debió ser una persona de gran tacto y sabiduría para que Pablo públicamente le pidiera en esta carta que lo ayudara a resolver este problema entre estas dos hermanas.

Pablo continúa exhortando a echar toda ansiedad sobre el Señor, en oración, y a pensar en todo lo que es verdadero, honesto, justo, puro, etc.

Finalmente, Pablo da gracias formalmente por la ofrenda que los filipenses enviaron, aclarando que el regalo espiritual que la ofrenda significaba para él era más importante que la necesidad material que pudiera suplir este regalo, ya que Pablo dependía en todo de Cristo. Pero reiteró que aunque él no busca dádivas, este gesto era un fruto que abunda a cuenta de los filipenses, y que sube a la presencia de Dios en olor fragante.

Pablo termina saludándolos y enviándole saludos de los de la casa de César (los guardias en Roma) los cuales tendrían muchos vínculos con algunos de Filipos por la estrecha relación entre la colonia filipense y Roma.

VI. Peculiaridades

A. Palabras claves o ideas características

  • La carta es calurosamente personal.
  • Es notable el énfasis cristocéntrico, donde hasta lo personal de Pablo queda subordinado al tema del Cristo. (“Para mí el vivir es Cristo” – 1:21).
  • La enseñanza doctrinal queda reducida al mínimo y las que hay están para dar ejemplos de lo que Pablo expresaba.
    • 2:5-11 La humanidad y deidad de Cristo
    • 3:9-11 Confiando en la justicia de Cristo, no en la propia.
    • (3:20-21) La transformación de nuestros cuerpos humillantes en cuerpos glorificados en la resurrección para habitar en los cielos.
  • Las mujeres son especialmente reconocidas por su labor (4:3). Esto concuerda con el testimonio de Lucas en Hch.17:4 donde menciona a las mujeres de Macedonia diciendo “… y mujeres nobles, no pocas”. Lidia que fue la primera convertida mostró preocupación por la comodidad de Pablo desde el principio (Hch.16:15,40) y más tarde las mujeres de Filipos serían las que se preocuparan mayormente por la ayuda a otras iglesias.
  • Palabras claves: evangelio (9 veces); el vebo pensar fronein (fronein) se usa unas 10 veces, más que en cualquier otra carta. Salvación, comunión, son términos importantes. Abundar, solo es excedido en Efesios. El verbo regocijarse (9 veces) y el sustantivo gozo (5 veces). Esto es lo que Pablo parece desearle a sus amigos por sobre todas las cosas.

B. Grandes doctrinas

Como ya hemos visto, realmente Filepenses es una carta muy personal en la que Pablo no se propone enseñar una doctrina específica, sino que más bien menciona algunas doctrinas como un ejemplo al aplicar una verdad práctica. Entre ellas se destacan:

  • La humanidad y deidad de Cristo, que siendo Dios se hizo hombre. Esta verdad fue mencionada incidentalmente como ejemplo para ilustrar la naturaleza de la humildad que Pablo estaba recomendando a los filipenses (Fil.2:5-11).
  • Confiando en la justicia de Cristo, no en la propia. (3:9-11)
  • La transformación de nuestros cuerpos humillantes en cuerpos glorificados en la resurrección para habitar en los cielos. (3:20-21)

C. Pasajes famosos

  • Dios completa la obra que inicia en el creyente (Fil.1:4-6).
  • “Para mí el vivir es Cristo” (1:20-24)
  • La grandeza de Cristo: su humildad a pesar de ser igual a Dios (2:5-11)
  • Ganancia y pérdida (3:4-11)
  • La meta y el precio (3:12-14)
  • La paz de Dios (4:4-7)
  • En qué debemos pensar… en lo honesto, justo, verdadero, puro, etc. (4:8)
  • Fortaleza en Cristo (4:11-13)

Anexo 1. Bosquejo de Filipenses. Tomado de John F. MacArthur, Jr., The MacArthur Study Bible, (Dallas: Word Publishing) 1997.

I. Salutación de Pablo (1:1–11)
II. Circunstancias de Pablo (1:12–26)
III. Exhortaciones de Pablo (1:27–2:18)
A. Permanecer Firmes en Medio de la Persecución (1:27–30)
B. Estar Unidos en Humildad (2:1–4)
C. Recordar el Ejemplo de Cristo (2:5–11)
D. Ser Luz en un Mundo de Tinieblas (2:12–18)
IV. Los Compañeros de Pablo (2:19–30)
A. Timoteo (2:19–24)
B. Epafrodito (2:25–30)
V. Advertencias de Pablo (3:1–4:1)
A. En contra del Legalismo (3:1–16)
B. En contra del libertinaje (3:17–4:1)
VI. Amonestación de Pablo (4:2–9)
VII. Gratitud de Pablo (4:10–20)
VIII. Despedida de Pablo (4:21–23)



[1] Como nota al margen, cuenta la historia que Felipe lograba con sus riquezas conquistar los pueblos que serían difíciles de doblegar. A Felipe se le atribuye la siguiente frase: “Ninguna fortaleza, a cuyos muros pueda acercarse un asno cargado de oro, es inexpugnable.”
[2] Hendriksen, Guillermo. FILIPENSES. Comentario del Nuevo Testamento. Subcomisión Literatura Cristiana (SLC) de la Iglesia Cristiana Reformada; Grand Rapids, Michigan, EE.UU. 1981, pp. 47-48
[3] Tomado del libro de texto de Peter Jeffery, página 113.

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